Para fabricar la piel, el equipo primero sumergió el dedo robótico en un cilindro lleno de una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos.
Los científicos administraron tres dosis de la vacuna de ARN replicante (fabricada por HDT Bio en Seattle) a ratones: dos dosis basadas en la cepa ancestral SARS-CoV-2 seguidas de un solo refuerzo específico de ómicron.